Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

jueves, 8 de diciembre de 2016

Desde Macondo. REGRESIÓN

Dice el diccionario de la Real Academia que regresión es el “Retroceso a estados psicológicos o formas de conducta propios de etapas anteriores, a causa de tensiones o conflictos no resueltos”. Pues ya he dado con lo que nos está pasando. Que vamos para atrás, que nos estamos volviendo niños, ya sabéis, como cuando éramos pequeños y nos metíamos debajo de la cama, o nos tapábamos la cabeza con la sábana para no ver la oscuridad.
        O pensábamos que si cerrábamos los ojos muy muy fuerte, apretando los labios al mismo tiempo, los monstruos se esfumarían. Y así andamos, mirando hacia otro lado, como si de esa forma desapareciera todo lo que nos desagrada, lo que no nos gusta y lo que pensamos que no podemos solucionar.
        Nos tragamos todo lo que nos echen, y hasta confiamos en visionarios que nos prometen un mundo mejor, aunque de sobra sabemos que nos están engañando. Pero queremos creerlos. No hace falta irse muy lejos para buscar ejemplos. Podría irme a la América de Trump, o quedarme más cerca con los gobiernos populistas que empiezan a menudear por Europa, prometiendo el oro (y el no moro, por hacer un chiste de lo que no tiene nada de gracioso), prometiéndonos un mundo mejor sin refugiados que vienen a aprovecharse de nuestro supuesto estado del bienestar, sin emigrantes que nos quiten el trabajo, sin supuestos terroristas que quieren destruir el cómodo modo de vida occidental.
        Podría quedarme más cerca, que en todas partes cuecen habas, y por aquí, también. No sé si hemos perdido la capacidad de análisis y de razonamiento, si se trata de un raro fenómeno psicológico colectivo, por el que todos añoremos, de repente, esa infancia sin más tareas que taparnos la cabeza ocasionalmente, cuando alguna criatura de la noche se colaba en nuestros sueños. Pero se iba igual que había venido. Cuando abríamos los ojos ya no estaba.
        Ahora no es igual. El mundo sigue ahí cuando asomamos la nariz por encima de la ropa, cuando aflojamos los párpados, sigue la guerra en Siria, y hay cada vez más pobres, y la desigualdad, se ha instalado cómodamente para quedarse por siempre, y los derechos sociales, humanos, laborales, continúan en franco retroceso. La brecha entre pobres y ricos es ya un abismo, aunque no queramos asomarnos a él, aunque nos pongamos de espaldas a la vida.
        Estamos dispuestos a creernos los mayores embustes, las películas más enrevesadas y las promesas más disparatadas. Todos los cuentos, por fantásticos que sean, que nos aseguren un colorín colorado feliz. Debe ser la regresión.
        El fundador de Macondo, José Arcadio Buendía, creador de la estire condenada a cien años de soledad, una persona de carácter fuerte, de voluntad inamovible, de gran fortaleza física, con ilusiones extravagantes, gran interés por la ciencia, la mecánica y la alquimia, muy idealista y aventurero, decidió un buen día que el martes era lunes, y el miércoles y el jueves, también lunes. Se negó a asumir el paso del tiempo, que sólo le traía complicaciones.
        Pero la vida seguía. Y nadie pudo parar el diluvio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario