Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

domingo, 12 de diciembre de 2010

TODO ES MENTIRA

Ahora resulta que no corrían (presuntamente) tan rápido, que las medallas eran de hojalata, que las piernas no eran tan ligeras por medios naturales o por mor del entrenamiento duro, que el dinero, sus fortunas, más grandes o más pequeñas, no eran fruto de toda una vida de sacrificio, sino más bien de oscuras operaciones y cuentas en las Bahamas.
Resulta que era mentira. La operación Galgo y la trama de dopaje en el atletismo no es sólo un mazazo para el deporte español, para todos los que alguna vez hemos vibrado viendo unas olimpiadas, un campeonato de España, de Europa o del Mundo, para los niños que participan con ilusión en la carrera de su barrio y sueñan con subir un día al podio, para...
Es mucho más que eso. Es un ejemplo del mundo en que vivimos en el que todo, o casi todo, es mentira. La chica estupenda que se pasea por los platós es todo silicona; la señora que se conserva guapísima a los 60, ha pasado otras tantas veces por los quirófanos; el joven de cuerpo perfecto es una hormona con patas, la pareja de moda, todo arrumacos en público, se lleva a matar.
Y cuando la mata de verdad, todos dicen que es imposible, que parecían tan felices...
Las relaciones entre países no son tan cordiales como parece; los secretos de estado no son secretos, y ahí están los papeles de wikileaks; los Bancos, que debían guardar celosamente nuestro dinero, y darnos intereses, se lo han gastado y no nos cuentan nada. Mejor dicho, nos cuentan mentiras.
El Nobel de la Paz vive en un país sin derechos, y el de Literatura, nos cuenta que lo mejor que le ha pasado en la vida es aprender a leer cuando, sin duda, lo mejor es escribir, inventar historias, contar mentiras que no lo son, porque no tienen lo que hay que tener para serlo: Intención de engañar.
En un mundo de mentira, es afortunado quien puede crear las suyas propias sin hacer daño a nadie. Los demás seguiremos intentando separar el grano de la paja e intentando conservar la esperanza de vivir, algún día, en un mundo de verdad.

lunes, 6 de diciembre de 2010

ARENAS MOVEDIZAS

Hace mucho tiempo que no escribo en la arena. Hasta me he replanteado el título del blog, de este espacio que nació para que se lo llevara el viento, para permanecer lo justo, un suspiro, los escasos minutos precisos para leerlo... Y olvidarlo.
Nació sin vocación de permanencia y ahora, después de unos meses, tal vez por ese afán que todos tenemos de dejar huella, pienso que quizá hubiera sido mejor escribir en la piedra, labrar mis pensamientos con cincel para que queden ahí, para que no se borren, para que, andando el tiempo, alguien pueda llorar o reirse con lo que una vez pensé y escribí.
Bueno, esta larga introducción, confusa y gris como el día, viene a cuento de la extraña realidad en que nos movemos. Todo es extraño, inconsistente, provisional, ocasional, furioso, irritante e irritado, agresivo...
El telediario hiere, las páginas de los periódicos invitan a pasarlas deprisa, sin detenerse; huele a Navidad, hay luces navideñas, pero sin el suficiente brillo para encender la oscuridad; llueve, pero el agua no ahoga las penas, ni el frío, ni siquiera la estampa amable de la nieve donde nunca nieva.
Parece que estuviéramos sobre arenas movedizas, esas arenas tan distintas de las mías, doradas y ligeras. Son arenas densas, pastosas, asfixiantes, arenas que te engullen más allá de tu voluntad de salir, de continuar tu camino, de volar.
No es por los controladores, ni por la economía, ni por los secretos desvelados de la diplomacia americana. Es por...Qué se yo.
Mejor me vuelvo a mi arena de desierto, a la que se está a merced de todos los vientos, a la que no permanece, porque siempre es cambiante, como mi humor, como mi estado de ánimo
Hay que pisar firme, sin temor a que te engullan las arenas movedizas del desánimo, del miedo, del desaliento. Hay mil historias de superación, de pequeñas alegrías, hay gente que te quiere y hay mil desiertos por descubrir.
Esto ha sido un lapsus. Seguiré escribiendo en la arena.