Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

jueves, 23 de abril de 2015

Desde Macondo. NOVELAS EJEMPLARES

Sin abandonar Macondo, que me acoge amoroso aún en los peores momentos, me interno en otros territorios de ficción-realidad, que para eso es hoy el Día del Libro y nobleza obliga a reconocer méritos y buenos ratos a Don Miguel de Cervantes y a William Shakespeare. Y por aquello de que la pérfida Albión nos queda más lejos, y mi ADN está impregnado de la tierra roja de La Mancha, de horizontes de molinos (que talmente parecen gigantes agitando los brazos) y de muchas tinajas a la redonda, será hoy el genial manco quien visite este espacio, saltando siglos, distancias y diferencias, que, a fin de cuentas, no son tantas.
         Había pensado yo hoy, por no despegarme de la realidad patria, dedicar esta columna a recomendar lecturas a nuestros insignes gobernantes y otros personajes y personajillos que se han instalado en nuestras vidas y no hay forma de echarlos. Vamos, que me veía ya en plan maestrona mandando leer libros de moral, de ética, hasta de geografía y de historia. Y de ortografía, que falta les hacen a algunos. Pero como siempre, yo propongo y mi cabeza dispone. Novelas Ejemplares. La “otra” obra de Cervantes, magníficas y ensombrecidas por el libro de libros, por El Quijote.
         Me he acordado de repente de esa España que aún seguía recibiendo los dones del Imperio, que por supuesto no llegaban al pueblo; de la España de la Iglesia rancia, del honor y la patria, tan alejada de otros países en los que la reforma y la incipiente burguesía empezaban a cambiar las cosas. Aquí florecían los pícaros, Rinconete y Cortadillo y el Patio de Monipodio, con sus ladrones “para servir a Dios y a usted”, y la sesuda explicación del titular del lugar, “que no sólo las prostitutas y demás gente del hampa están al servicio de la sociedad secreta que él preside; también pertenecen a ella los pilares de la sociedad visible: los procuradores, los alguaciles, los verdugos, los escribanos o notarios y hasta los ciudadanos decentes”. Huelga la explicación, aunque más de uno debiera echar un vistazo a la novelita.
         Y ya de paso, no vendría mal acercarse al Licenciado Vidriera, loco en su sabiduría y olvidado e ignorado en la cordura. O al Coloquio de los Perros, que pasan las noches arreglando el mundo, quejándose de los amos y contándose sus tretas para sobrevivir. O La Ilustre Fregona, y La Gitanilla, rescatada de una vida miserable tras descubrirse su origen noble.
         Con todas las reservas, no es tan distinta esta España de la que se relata en alguna de las novelas de Cervantes. Es la lucha por sobrevivir, desde la locura o la cordura, sin caballeros andantes y con pícaros que han cambiado de signo, ya no son los pobres los que roban a los ricos, son éstos los que recetan austeridad mientras se sientan a comer en mesas bien repletas. Se han vuelto las tornas y ahora los pícaros son los poderosos (léase poder político o económico) y las víctimas, nosotros.
         En el Patio de Monipodio del siglo XXI no se sientan ya “ladrones, mendigos, falsos mutilados, supuestos estudiantes y prostitutas”. Alrededor del pozo, junto a las frescas macetas de albahaca toman el fresco banqueros con sueldos millonarios, después de haber engañado con preferentes y otras artimañas a miles de personas; ex políticos que ocupan sillones en empresas que ellos mismos han “externalizado”, que es el eufemismo para decir privatización; se sientan quienes aplauden una reforma laboral que les permite despedir a miles de trabajadores para “deslocalizar” su producción, es decir, para llevar las fábricas a Marruecos o la India.. Eso sí, después de ocultar sus millones en Suiza y de recomendarnos trabajar como chinos.
         Son los que piden sacrificios y dan lecciones de cómo salir de la crisis (ellos), mientras hunden en la miseria a todo un país, los que van en coches oficiales y niegan transporte escolar y ambulancias, porque aumentan el déficit. Los que permiten desgarradores desahucios y acumulan inmuebles; los que niegan subsidios a los desempleados y se colocan dietas inmorales para aumentar su saldo a fin de mes.
         Los nuevos protagonistas de las Novelas Ejemplares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario