Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

jueves, 10 de mayo de 2012

Desde Macondo. PARÉNTESIS

Todos los años, fieles a su cita, los gitanos llegaban a Macondo. Envueltos en el ruido de mil y un instrumentos musicales, con gran alboroto de pitos y timbales, instalaban su carpa  y transportaban a los vecinos a un mundo mágico y desconocido en el que habitaba el hielo, y la lupa, y los catalejos, y hasta la piedra filosofal.
El pueblo salía de su siesta eterna para asombrarse con los inventos del mundo, para interrumpir el tiempo circular y hacer un paréntesis en el camino a la fatalidad.
Macondo estaba de ferias. Y por unos días, no había nada más. No se hablaba de otra cosa, ni de conflictos con las bananeras, ni de la guerra perpetua del coronel Buendía, ni del río desviado por la compañía bananera, ni del diluvio que estaba por llegar.
Sólo feria, y asombro, y gente haciendo cola para no perderse nada, y pasado y futuro tachados del calendario. Como debe ser.
Empieza la Feria, con mayúsculas, y su ruido de fondo tienen necesariamente que acallar todos los demás. Aunque por unos días vivamos por encima de nuestras posibilidades, aunque después llegue el llanto y el crujir de dientes, nos merecemos una feria.
Una de esas ferias desenfrenada, de veinticuatro horas, de pinchos y montados de lomo, de cervezas frías, de pollos ensartados girando noche y día, de toros y vértigo en la noria, de regalos estúpidos en las tómbolas, de golpes salvajes en los coches de choque, de gritos en los conciertos hasta pelar las gargantas, de polvo y sol a mediodía y frío por la noche, de siestas rápidas, de amigos de verdad y de todos conocidos, de pies hinchados, de cafés y sueño a todas horas.
Sin recortes de ningún tipo. Ni físicos ni de los otros, con los que nos castigan y nos castigamos a diario. Sin conciencia. Sumergidos en el paréntesis; olvidando lo que hay a ambos lados de él.
En el cuarto del gitano Melquíades el tiempo no pasa; siempre es marzo y siempre es lunes. Ojalá siempre fuera Feria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario