Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

miércoles, 1 de agosto de 2012

Desde Macondo. SIN IVA

    
     Hoy escribo sin IVA. Como lo leen. Para contribuir al buen comienzo de agosto, mes de fiestas, vírgenes y vacaciones, he decidido no añadir ningún impuesto a los que ya pagamos cada día, nada más abrir el ojo, y aún por la noche, cuando las pesadillas alteran los sueños.
     Es día sin IVA en Macondo, como si de la publicidad de unos grandes almacenes se tratara, como ha hecho el propietario de un restaurante en Canarias, poniendo en su pizarra que en el menú no entra la crisis, que está prohibido hablar de ella ni como aperitivo ni entre plato y plato. Y mucho menos de postre. No están en la carta ni la prima, ni los mercados, ni los recortes ni las pagas extras (o su ausencia).
     Ni tan siquiera la indignación por la evasión de capitales o la amnistía fiscal. Ni las extrañas noticias del Sahara. Ni las Olimpiadas golpeando el orgullo patrio por las  “rojitas” y demás.
     Es agosto y todo sestea. No hay playa en Macondo, qué le vamos a hacer. Y el río, antes fresco y cristalino, es ahora, desde que llegó la compañía bananera, una prolongación de la ciénaga, donde los mosquitos han sentado sus reales.
     Pero las largas conversaciones al anochecer, los paseos con el fresco de la mañana, las siestas y la tortilla al borde del agua, son ahora sin IVA. Ya llegará septiembre.
     Es tiempo de libros, aunque sean de autoayuda, tan de moda, y de apartar convenientemente las páginas sepia de los periódicos, esas llenas de gráficos picudos y cifras con muchos ceros; tiempo de familia y vecinos, no de señores trajeados que sólo dicen inconveniencias, de tele apagada y sobredosis de cine de verano, a poder ser con pelis de aventuras. O de Paco Martínez Soria, qué más da, siempre que el tema sea surrealista.
     Además, hoy es la Virgen de los Ángeles, mi santo. Igual mi patrona se hace una gracia y me hace ascender a los cielos (metafóricamente hablando, por supuesto), como a Remedios la Bella ¿Quién sabe?
     Y es también tiempo de recuerdos. De recordar cuando conquistamos las playas, allá por finales de los 60, a bordo de Seiscientos y Simcas 1000, con las sillas plegables y las sombrillas. Se veía la luz al final del túnel. Y no había IVA.
     Habrá que emprender la reconquista. Pero será después. Disfruten de agosto sin impuestos añadidos.

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