Tomo prestado el título del poema de
Pablo Neruda, escrito en los inicios de la Guerra Civil española, porque esto
va de poetas, y de España. Muchos poetas se habrán revuelto en su tumba (alguno
en su cuneta o donde quiera que esté enterrado), esta pasada semana, la que
conmemorábamos el 80 aniversario de la muerte de Antonio Machado, de Don
Antonio. Y es que la pre-campaña, o la
campaña `perpetua, no justifican todo.
Pedro Sánchez ha estado en Colliure a visitar la tumba de Don Antonio,
primera vez, por cierto, que un presidente español se acerca hasta allí para
reconocer el legado, el sufrimiento y la injusticia para con un excelente poeta
y un hombre, en el buen sentido de la palabra, bueno, que tuvo que partir, ligero
de equipaje, ante la sinrazón de los vencedores de la guerra. No está mal ningún gesto que traiga de vuelta
la memoria de nuestros hombres insignes, aunque la tumba estaba ahí el año anterior, y
el anterior. Y todos los años sin
elecciones, también.
Dicho esto, no creo que ni la
pre-campaña, ni los aniversarios de nacimientos o defunciones, sean la excusa
para que cualquiera se sienta en la obligación de decir algo al respecto. Sobre
todo, cuando estarían mejor calladitos. O cuando simplemente dicen y escriben
tópicos, o lugares comunes, que podrían aplicarse a ése o a varios centenares
de poetas más.
Y sí, Pablo Casado lo ha hecho. Faltaría
más que él no dijera nada del cantor de Campos de Castilla. Un poeta muy
importante, porque escribía en español. Estaría bueno que escribiera en chino.
Pero todo lo que el insigne líder del PP tenía que decir el día del aniversario
de su muerte era: “"Hoy que
recordamos a Antonio Machado, es un buen día para felicitarnos todos los
españoles por la maravillosa lengua que compartimos con millones de hablantes
en todo el mundo”. Pues muy bien. Tal
vez si hubiera mostrado respeto por la memoria histórica, o hubiera mostrado la
mínima intención de condenar el franquismo, del que Don Antonio fue una víctima
destacada, hubiéramos pasado por alto la patochada de la lengua y del
patrioterismo rancio.
Y hubiéramos pensado que comprendía el
dolor del poeta, de tantos poetas, Alberti, León Felipe, Miguel Hernández,
Celaya, Cernuda, Blas de Otero… por la España partida en dos a la que nos acercamos
peligrosamente.
Los “sesudos” comentarios sobre Machado
han dejado en segundo plano otra feliz reflexión, en este caso sobre Lorca, y
esta vez a cargo de un diputado popular en Madrid, que califica el asesinato de Lorca de un "error", si nada que ver
con la ideología. Justo antes del golpe de Estado que provocaría la Guerra
Civil, Federico García Lorca decía en una entrevista: "Yo soy español integral y me sería imposible
vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser
español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta,
por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos”.
Él, como
tantos otros, llevaba España en el corazón, que eso no es propiedad de nadie.
Exactamente. España no es propiedad de nadie.
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