Visto
que Papá Noel se ha retirado a sus cuarteles de invierno en Laponia sin
hacernos ni caso, que los Reyes han pasado de largo y que los dioses tendrán
cosas más importantes que hacer que ocuparse de las minucias terrenales; visto
también que ha transcurrido la primera semana del año y que todo sigue igual,
es decir, que hemos vuelto a la “anormalidad”, es hora de hacer propuestas a
seres de carne y hueso. Y de oídos, y de vista, por si cae en las manos de
alguno este humilde artículo.
Propongo,
en primer lugar, que la anormalidad no sea lo normal. Que nada sea igual que el
año que acabamos de pasar, y que tanta paz lleve como descanso deja.
Propongo
que nos miren a los ojos cuando nos dicen “esto es lo que hay” y “no se puede hacer
otra cosa.
Propongo
que nos digan la verdad con mayúsculas, y no la que interesa que aparezca como
verdadera.
Propongo
que los ricos lo sean un poco menos para que los pobres también sean menos
pobre. Que no haya sueldos millonarios cuando se discuten (ojalá hubiera
discusión posible), los míseros 400€ del subsidio por desempleo.
Propongo
que los de arriba se bajen de los coches oficiales y de los vuelos en clase
preferente y pisen el mismo suelo que el resto de los mortales.
Propongo
que corruptos e imputados no insulten nuestra dignidad ocupando un cargo tras
otro, a cada cual mejor remunerado.
Propongo
que los que piden sacrificios desde la pantalla de la tele o los titulares de
periódicos prediquen con el ejemplo.
Propongo
que desterremos la caridad desde cepillos de iglesia y abrigos de pieles e
instauremos la solidaridad.
Propongo
a mis iguales que no se rindan ni acepten el título de súbditos, porque todos somos ciudadanos.
Propongo
que todos los niños que han aprendido antes de tiempo y gracias a la crisis que
los Reyes son los padres, tengan un futuro al que encaminarse.
Propongo
que no aceptemos sin rechistar la España en blanco y negro que nos proponen,
porque hay muchos colores que conquistar.
Propongo
que no permitamos el frío por oscuros intereses de quienes suministran el
calor. Y que los bancos buenos, si los hubiere, paguen los gastos de los malos.
Y que no haya que pagar dos o tres veces por los mismos servicios recortados,
cuando nos permiten hacer uso de ellos.
Propongo
que dejen de lado el “…y tu más” para instaurar el “todos juntos”.
Propongo
la refundación. Como en Macondo. Y con carácter de urgencia, antes de que la
anormalidad sea lo normal y nos engulla
a todos.
Apoyo la moción (las mociones).
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también apoyo y además Propongo que se vallan todos a la m.erd.
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