Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

miércoles, 17 de junio de 2015

Desde Macondo. JUEGOS FLORALES

No son precisamente Juegos Florales a la antigua usanza el espectáculo al que nos están obligando a asistir. Nada que ver con esas justas literarias nacidas en la Francia medieval, en las que trovadores y juglares mostraban su pericia con las palabras y hacían las delicias de los presentes.
          Y no será porque con 140 caracteres no se puedan hacer maravillas (“No la toques ya más, que así es la rosa”). Hasta se puede escribir un cuento, (Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí). Se puede comentar el tiempo, y el tema de moda que toque, y el gol de Messi. Contar un chiste también, o expresar una pena, o un pensamiento miserable, o hacer una ardiente declaración de amor.
Yo no soy muy de Twitter, que siempre he dicho que a mis años no estoy para que me limiten las palabras (casi lo único que me queda), pero respeto a los que están “enganchados” al pajarito. O los respetaba, porque me parece infame que estemos asistiendo a una guerra de twitts, como si no hubiera nada más importante que hacer. Cierto que somos esclavos de nuestras palabras, igual que dueños de nuestros silencios, pero no menos cierto que hay que utilizar el mismo rasero o callar para siempre.
No es de recibo que el “cambio” sea esto, sacar mensajitos de antaño Maricastaña para quitarse del medio al oponente, que posiblemente se lo merezca, pero no es el caso. Y si lo fuera, son muchos los que se lo merecen, a diestro y siniestro del espectro político.
Tal vez podríamos convocar unos Juegos Florales a la antigua usanza para que todos se digan lo que se tengan que decir. Tres días, premio de diploma y flor natural, y a otra cosa. A otras, que son muchas y muy importantes.
Aunque a mí lo que me pide el cuerpo es un duelo literario, del estilo del que enfrentó a Quevedo y Góngora, que nos dejó joyas imperecederas: “Yo te untaré mis obras con tocino/porque no me las muerdas, Gongorilla,/ perro de los ingenios de Castilla/docto en pullas, cual mozo de camino”. Y la respuesta, “Anacreonte español, no hay quien os tope,/ Que no diga con mucha cortesía/, Que ya que vuestros pies son de elegía/ Que vuestras suavidades son de arrope…/
Más valiera que ocuparan su tiempo en lo urgente-en lo importante también-que mirando al pajarito no desaparecen las desigualdades, la pobreza, la precariedad, el presente imperfecto y el futuro incierto.
Y que no estamos para Juegos Florales en 140 caracteres.
 

1 comentario: