No es que sea un número muy redondo.
Se podían haber esforzado más y darnos un titular más impactante, no sé, las
quinientas, o 300, y así nos podíamos confundir con la película que narra la
batalla entre Leónidas y Jerjes. Pues no, son 255 las propuestas de nuevos
recortes para conseguir el objetivo de déficit que Dios confunda.
Tranquilos,
que por ahí están escritas y grabadas las declaraciones de Montoro hace un par
de semanas diciendo que no iba a haber “ni un solo recorte más”. Y no miente, a
pesar de su conocida afición a no decir la verdad. No será uno. Hay 255 para elegir. Y vienen
plasmados en el documento que Hacienda ha enviado a las comunidades autónomas
para debatir en el consejo de la próxima semana. Algunos nos suenan, otros, los veíamos venir,
los de más allá, son novedosos, que la imaginación de esta gente no tiene
límites a la hora de “trabajar” por el ciudadano de a pie.
Así por
encima vemos bajada de sueldo de funcionarios, eliminación (otra vez) de una
paga extra, aumento de jornada laboral, despido de interinos, aumentar la ratio
de alumnos por aula (tipo sardinas en lata), reducir becas de comedor y de
libros (prácticamente inexistentes ya), implantar tasas hosteleras en los
Hospitales, que encima que nos curan nos tienen que dar de comer, y eso ya pasa
de castaño oscuro, más recortes en dependencia, más copagos (repagos es el
término exacto) en medicamentos, pago por consulta de urgencias, y por consulta
a secas, bonificación por acudir a la asistencia privada…
Y lo dejo,
que me pongo mala y me veo en el Hospital con la fiambrera en una mano y la
tarjeta de crédito en los dientes.
Eso sí,
dicen que todas todas las propuestas, no se van a aplicar. Algunas se caerán de la lista, por
dificultades burocráticas, no vayáis a creer que por un ataque de humanidad,
pero seguro que serán sustituidas por otras no menos lucrativas. Ni humanas.
Según
Hacienda, todas las medidas han sido propuestas por las comunidades autónomas.
Me encantaría saber qué gobiernos han ideado cada una de estas maldades. Aunque
sospechas tengo, para qué nos vamos a engañar.
Cierto es
que alguna medida pudiera ser hasta racional, como centralizar compras,
racionalizar gastos en vehículos, en materiales. Pero esto no hace falta que
venga en ningún papel, que se supone que pagamos a los políticos para que se
ocupen de estas cosas.
En fin,
que en plenos calores, en lugar de la canción del verano vamos a tener el
“numerito” y no precisamente musical. Lo dicho, que la lectura de vacaciones va
a tener que ser el BOE para no engrosar a la vuelta las listas de espera de la
Sanidad.
Mi duda es
si en esas compras centralizadas han previsto una partida para adquirir ataúdes
y cadenas y para otra ampliar cementerios.
Serían la 256 y la 257,
No hay comentarios:
Publicar un comentario