Pensamientos, ideas, palabras que engulle la arena en el mismo instante en que se han escrito

jueves, 21 de julio de 2011

Hambruna

Sé que es un tópico decir eso de que nos preocupamos por tonterías cuando hay realmente motivos graves de preocupación. Sé que va contra las reglas del periodismo (las reglas formales, claro), hablar de un problema que nos pilla a miles de kilómetros, que nos queda muy lejos; es verdad que, sobre el papel, es más importante un herido aquí, en mi pueblo, que cien muertos en el Kilimanjaro, pongo por ejemplo; que una tormenta en mi entorno más próximo me altera más que un huracán en Centroamérica... Y que la hambruna en Somalia no puede ocupar más espacio en prensa que la crisis financiera, la dimisión de Camps, la reunión del eurogrupo o la fecha de las inminentes elecciones generales.
Son cosas que he aprendido a lo largo de toda una vida y que, sin embargo, no han conseguido borrar del todo una imagen, ya desvaída, pero real, que me marcó en mi niñez y que me hizo interesarme por esa África misteriosa y desconocida llena de hombres y mujeres de ojos tristes, de niños con moscas y de tierra cuarteada.
¿Os acordáis de los niños de Biafra? Aún ahora, cuando han pasado varias décadas, de vez en cuando me sorprendo al comentar de una modelo anoréxica eso de "parece una niña de Biafra".
Me acuerdo perfectamente de las revistas de Misiones, en el colegio, con las fotos de niños huesudos, con vientres hundidos y ojos legañosos. Los niños de Biafra.
Desde entonces a ahora han existido más biafras, con el nombre de Sudán, de Mali, de Etiopía, y ahora, de Somalia. Estamos en crisis. Todos lo sabemos y a todos nos lo recuerdan a cada instante del día. La crisis es muy profunda, tardaremos mucho en salir de ella, hay que hacer recortes, pagar por la sanidad, jubilarnos más tarde... Los comedores de Cáritas están llenos, los desahucios siguen, los bancos acumulan casas con hipotecas a cuestas, el paro es el auténtico drama de nuestros días...
Pero comemos, bebemos, vivimos. El término hambruna, que me sobrecoge, es sólo una entrada en el diccionario, "hambre muy grande, escasez de alimentos".
Y Somalia es sólo la foto en una página del periódico que pasamos apresuradamente, mientras que nos justificamos diciendo eso de bastante tenemos con lo nuestro. Ya pasó en Biafra y nuestras conciencias sobrevivieron. Y hambruna es una palabra horrible que no queremos ver en nuestro diccionario. Por duras que sean, nos quedamos con crisis, bancos, indignados, primas de riesgo, mercados, bolsas...

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