Hace mucho tiempo que no escribo en la arena. Hasta me he replanteado el título del blog, de este espacio que nació para que se lo llevara el viento, para permanecer lo justo, un suspiro, los escasos minutos precisos para leerlo... Y olvidarlo.
Nació sin vocación de permanencia y ahora, después de unos meses, tal vez por ese afán que todos tenemos de dejar huella, pienso que quizá hubiera sido mejor escribir en la piedra, labrar mis pensamientos con cincel para que queden ahí, para que no se borren, para que, andando el tiempo, alguien pueda llorar o reirse con lo que una vez pensé y escribí.
Bueno, esta larga introducción, confusa y gris como el día, viene a cuento de la extraña realidad en que nos movemos. Todo es extraño, inconsistente, provisional, ocasional, furioso, irritante e irritado, agresivo...
El telediario hiere, las páginas de los periódicos invitan a pasarlas deprisa, sin detenerse; huele a Navidad, hay luces navideñas, pero sin el suficiente brillo para encender la oscuridad; llueve, pero el agua no ahoga las penas, ni el frío, ni siquiera la estampa amable de la nieve donde nunca nieva.
Parece que estuviéramos sobre arenas movedizas, esas arenas tan distintas de las mías, doradas y ligeras. Son arenas densas, pastosas, asfixiantes, arenas que te engullen más allá de tu voluntad de salir, de continuar tu camino, de volar.
No es por los controladores, ni por la economía, ni por los secretos desvelados de la diplomacia americana. Es por...Qué se yo.
Mejor me vuelvo a mi arena de desierto, a la que se está a merced de todos los vientos, a la que no permanece, porque siempre es cambiante, como mi humor, como mi estado de ánimo
Hay que pisar firme, sin temor a que te engullan las arenas movedizas del desánimo, del miedo, del desaliento. Hay mil historias de superación, de pequeñas alegrías, hay gente que te quiere y hay mil desiertos por descubrir.
Esto ha sido un lapsus. Seguiré escribiendo en la arena.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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Totalmente de acuerdo. Felicidades, espero que nunca sea tarde y muchos besos.
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